Las temidas grasas, conjuntamente con los carbohidratos representan la mayor fuente de energía para el organismo. Pero eso no significa que debamos eliminarlas de nuestra vida.
Reducir las grasas… puede ser un error
Llevamos muchos años escuchando que las grasas son malas, malísimas… que si dañan al corazón, que si engordan, que si aumentan el colesterol, etc. y sigue habiendo controversia con opiniones dispares respecto a las grasas.
Hay quien afirma que hay que mantener las grasas saturadas lo más lejos posible y tomar sólo grasas vegetales; otros reiteran que no hay que tomar grasas de ningún tipo en absoluto (como afirma el Dr. McDougall) y otros que es indispensable tomar grasas saturadas para mantener nuestra salud (como afirma la dieta Paleo).
Pero finalmente parece que todos los expertos están empezado a cambiar de opinión y a indicar que no son tan malas como se pensaba (salvo las trans). El error es haber demonizado las grasas en pro de los cereales refinados y derivados, que es una de las cosas que ha llevado a la sociedad a tener los problemas de salud actuales.
Así que si eres de las que tiene fobia a las grasas, ya puedes empezar a tranquilizarte ;-).
Pero, ¿Por qué tanto lío con las grasas?
Sí, las grasas son super necesarias para el organismo (salvo que seas intolerante a la grasa) ya que cumplen muchas funciones para nuestro organismo como regular la temperatura, formación de la membrana celular, son una fuente de energía, dan sabor a los alimentos, son imprescindibles para la absorción de vitaminas liposolubles, indispensables para el cerebro y sistema nervioso, etc.
Es fácil confundirse con las grasas porque hay de muchos tipos pero aquí intentaré hacerte un resumen fácil. Mira, todos los lípidos contienen ácidos grasos los cuales pueden ser:
GRASAS SATURADAS (Las “malas”)
Son sólidas a temperatura ambiente y son todas las de origen animal (en la carne, la manteca, el huevo, los embutidos, la mantequilla, la nata y el queso), pero también en el aceite de palma y en el de coco.
GRASAS INSATURADAS (las “buenas”)
Estas son líquidas o semi-líquidas y provienen del mundo vegetal (se encuentran en semillas, frutos secos, en la Onagra, la borraja y también en el aguacate) y el pescado azul. Son esenciales porque no las puede producir nuestro organismo. Estas grasas insaturadas a la vez se dividen en:
- monoinsaturadas (Omega 9): aceite de oliva, de canola, aguacate, nueces, semillas
- poliinsaturadas (los Omegas 3 y 6, te suena verdad? ) en las nueces, el lino, la chia (la reina del Omega 3), las semillas de calabaza, las algas y el pescado azul. Luego te lo explico más extensamente.
- TRANS o hidrogenadas (las “feas”): estas son grasas manipuladas, es decir, aceites líquidos al que se añade hidrógeno para que cambien a un estado más sólido como por ejemplo las margarinas. Estas son las que si hay que evitar a toda costa, si o si: bollería industrial, snacks, galletas, palomitas para microondas, helados o patatas fritas entre otros.
Luego hay el colesterol y triglicéridos… ¿Ves como es algo liado?
CUANTA MÁS GRASA SATURADA TOMAMOS, MÁS GRASA INSATURADA NECESITAMOS PORQUE VAN DE LA MANO.
Los Omega 3, 6 y 9
Los Acidos Grasos Omega 3 (también llamados Ácido linolenico) tienen muchos beneficios pero destacan por su acción anti-inflamatoria, anti-coagulante sanguíneo y por mejorar la respuesta de la insulina.
Las grasas Omega 6 o Ácido linoleico tomados en gran cantidad son pro-inflamatorios (como respuesta al sistema inmune) Su función es la de regular el metabolismo y la coagulación de la sangre.
Son por decirlo de alguna manera como el yin y el yang. Sus funciones son opuestas pero se necesitan.
Equilibrio y competencia entre los Omega 3 y 6
Actualmente nos están bombardeando con que tomemos Omega 3 ya que se consume mucho más Omega 6 y este desequilibrio genera dolor, inflamación crónica, desarreglos hormonales, cardiopatías, etc.
En realidad lo que ocurre es que el cuerpo no puede metabolizar los Omega 3 y los Omega 6 al mismo tiempo y compiten entre ellos.
¿Como resolver este problema? Pues tomando Omega 9 en vez de Omega 6, es decir, tomar aceite de oliva en vez de aceite de girasol por ejemplo. Y así el Omega 3 ya no tiene que competir con nadie porque los Omega 9 no compiten con ellos.
¿Y el colesterol y trigliceridos?
El colesterol no es grasa en si, es una sustancia natural de textura cerosa similar a la grasa e indispensable para la vida. Es necesario para nuestro cuerpo pero si piensas que el colesterol sólo proviene de lo que ingerimos estás equivocada…
¡una gran parte del colesterol de nuestro organismo lo produce nuestro hígado!.
Es tan necesario que incluso se recicla. Se encuentra en las membranas celulares, desde el sistema nervioso al hígado y al corazón. El cuerpo utiliza colesterol para fabricar hormonas, ácidos biliares, vitamina D, y otras sustancias. Entonces, ¿Porque es tan “malo”? El problema es de nuevo el desequilibrio.
Los triglicéridos sí son grasas y las obtenemos directamente de los alimentos que ingerimos o bien los produce el hígado cambiando en algunas ocasiones a colesterol. Además es capaz de cambiar cualquier exceso de calorías en triglicéridos.
Colesterol bueno y colesterol malo
En realidad no hay colesterol bueno o malo, todo es colesterol pero con forma diferente. El colesterol debe viajar por la sangre y como es insoluble al agua, se une a las proteinas:
- Si es grasa insaturada, crea las HDL (High Density Lipoproteins) o colesterol “bueno” que son como unas bolas grandes y densas
- Cuando se trata de grasa saturada, entoces forma las LDL (Low density Lipoproteins) o colesterol “malo” que son bolitas pequeñas y pegajosas. Si además este colesterol se oxida, entonces ya es malísimo.
Las LDL se encargan de llevar y depositar el colesterol a la periferia del cuerpo, arterias, etc. Las HDL recogen el colesterol sobrante de la periferia y lo vuelven hacia el higado para reciclarlo. Es decir que trabajan en equipo. Unas reparten y otras recogen.
Siempre deben estar en una cierta proporción para evitar una acumulación del colesterol “malo”.
En resumen, debemos consumir grasas para el correcto funcionamiento del cerebro y del organismo. Sólo hay que tener en cuenta que hay que tomar una mayor cantidad de grasas insaturadas y reducir las saturadas para evitar inflamación, dolor, aumento de peso, problemas cardíacos… La grasa es un nutriente con aspectos positivos y negativos y todo va a depender del uso que hagamos de ella.
Mónica
Tu mentora de alimentación saludable
Espero que esta explicación haya sido de tu interés y despierte curiosidad por una alimentació más enfocada a la salud física, mental y emocional. SI es así, puedes adentrarte más en mi video-curso de alimentación energética.