Durante las vacaciones tendemos a comer diferente pero… Atención! Es posible que a principios de otoño te encuentres con retención de líquidos, frío interno y las defensas por los suelos.
Depurar tras el verano
Las locuras que puedes llegar a realizar con la comida son el reflejo de cómo te encuentras física, mental y emocionalmente. Tanto en invierno como en verano.
Las vacaciones son para descansar y disfrutar sin embargo para el cuerpo puede ser una pesadilla: cambio de alimentos y cantidades, cambio de horarios de comida, horas de sueño, más actividades… realmente estresante.
En verano solemos comer montones de ensaladas, gazpacho, helados, frutas tropicales, horchata, batidos o bebidas gaseosas sin olvidar las paellas, las tapitas y la cervecita.
Así que después de las vacaciones y tanto exceso, el cuerpo pide a gritos un poco de relax y depurar el cuerpo. Aquí te presento 5 formas de desintoxicarte de los excesos del verano:
1. Bebe agua templada con limón o infusión de jengibre al levantarte.
Cada día nos duchamos y lavamos los dientes. ¿Porque no lavamos nuestro sistema digestivo?
Tomando agua templada nada más levantarnos, conseguiremos esta limpieza interna.
¿Porqué templada? Alrededor de la parte interna de nuestros intestinos hay residuos de grasas, harinas y otros alimentos que se van acumulando y todos sabemos que para eliminar la grasa, es mejor utilizar agua caliente. El agua fría apaga nuestro fuego digestivo (agni) lo que significa unas digestiones y metabolismo cada vez más lentos y a la larga, aumento de peso.
Si al agua templada añadimos unas gotas de limón en verano o jengibre en invierno, mucho mejor. Es sabido que el limón es un potente antioxidante y ayuda a la propia función de depurar del hígado. El jengibre activa el metabolismo (bueno para adelgazar), es un tónico digestivo, ayuda a la limpieza del hígado, estimula el sistema inmune y reduce la inflamación. ¡Perfecto!
2. Haz una dieta depurativa profunda de 3 días*
Realiza una dieta desintoxicante a base de frutas y/o sopas de verduras durante 3 días*.
Utiliza frutas neutras y de la estación (manzana, pera, uva..). Nada de frutas tropicales (mango, piña, coco, chirimoyas, guayabas, nísperos, kumquats, platano…). Hazte caldos de verduras con una pizca de sal.
Es posible que tengas algún bajón de azúcar o de presión o que te sientas más cansado o con dolor de cabeza. Es normal y forma parte del proceso. Si ocurre esto, toma unas pocas olivas o un par de nueces o orejones.
Y si sientes mucho frío te recomiendo mi hot detox a base de caldos depurativos
*Si tienes alguna enfermedad o patología, no realices ninguna dieta sin consultar antes con tu médico.
3. Practica el zen en las comidas
El zen o mindfullness eating es una practica que cambia nuestro ser de forma radical. Se basa en buscar la experiencia más allá de nuestros pensamientos.
Simplicidad, presencia, tranquilidad, consciencia. ¿Es así cómo estás cuando comes? Cuando comemos distraidos, solemos comer más, mucho más de lo necesario. Comer conscientemente nos permite disfrutar y saborear de los alimentos y absorber todos sus nutrientes y energía interna de forma adecuada para nuestro cuerpo, mente y espíritu.
4. Bebe tus alimentos, come tus bebidas – Ghandi
Mastica bien la comida. Es algo que ya te he dicho en muchas ocasiones, lo sé. Pero ¡para algo tenemos dientes!
Se trata de masticar un poco más de lo que habitualmente haces, unas 20 o 30 veces por cada mordisco o bocado. Luego ya aumentarás poco a poco. Vete acostumbrando.
Al masticar, la comida se mezcla con la saliva y preparandola para que el sistema digestivo la metabolice sin dificuldad. De la misma forma, es mejor beber a sorbos. Pequeños sorbos. Pruebalo… ¡Notarás como te depura!
5. Revisa tu alacena mental.
Cuando nuestra alimentación no es equilibrada ni sana, algo pasa. Es momento de depurar a nivel más mental y emocional.
¿Para qué has comido en exceso? ¿Qué beneficio te ha aportado? ¿Cómo te sentías en ese momento?
Nuestra forma de alimentarnos es un reflejo de nuestra forma de pensar. Revisa tus pensamientos, cambialos y ya nunca más comerás como un zombie. Despréndete de todo aquello que ya no necesitas para así poder adelgazar. Si este proceso te cuesta, no dudes en pedir ayuda de un profesional.
Mónica
Tu mentora de alimentación consciente.